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viernes, 14 de noviembre de 2014

Día 6: Lugo - Nigrán


Mañana: Lugo - Nigrán




Comenzaba la última etapa de nuestro periplo por el norte de España, recorriendo buena parte de la costa cantábrica. 

El día estaba nublado, y después del avituallamiento correspondiente, comenzaba nuestra última salida mañanera por unos días. Tal era el día, que saliendo de Lugo nos cayeron unas pequeñas gotas de lluvia. El primer pensamiento fue recordar el día anterior y dudamos si ponernos los trajes de agua. Decidimos que nos aventuraríamos sin ellos, y si fuese necesario, ya encontraríamos un lugar donde cobijarnos y enfundárnoslos.





Iniciamos la ruta por la LU-612 camino de Portomarín. Buena carretera, bastantes rectas, lo cual nos permitió avanzar a buen ritmo sin contratiempo alguno.








Cruzamos Portomarín, pueblo que se encuentra a orillas del Embalse de Belesar, el cual nos resultó curioso por ser un embalse enorme y alargado, aprovechando el cauce del Río Miño.





Entre los paisajes típicos de Galicia nos encontramos con muchos peregrinos que iniciaban una nueva etapa del Camino de Santiago.





De Portomarín continuamos hasta enlazar con la N-540, la cual nos llevaría a las cercanías de Carballiño, pasando por Chantada. Nuestra idea era almorzar en Carballiño una buena tapa de pulpo, ya que dicen las leyendas que allí están las mejores "pulpeiras" de Galicia. Y sabemos que así es. Lo curioso es que ese pueblo se encuentra en la provincia de Ourense, la única sin mar de Galicia.

¡¡¡Nuestro gozo en un pozo!!! Paramos a preguntar a un hombre del pueblo y nos dijo que hay muchas "pulpeiras" cerca del ayuntamiento, pero que hasta la hora de comer no podríamos degustar una de esas buenas tapas de pulpo.

Pues de perdidos... al río. Decidimos emprender la marcha de nuevo, y una vez pasada Ribadavia, pasamos a circular por la N-120 que nos llevaría, casi casi, hasta casa. Carretera por la que hacía muchos años que no pasaba y que me resultó muy divertida de rodar, además de ser rápida y de no encontrarnos mucha circulación.

Después de como había empezado el día con nubes oscuras, a mitad de ruta fueron aclarando, hasta incluso abrir del todo para llegar a casa, a la que llegamos con tiempo de sobra para comer con la familia.

Y hasta aquí la ruta de ida hacia Galicia. Algún día repetiremos por algunos de los magníficos parajes que habíamos disfrutado.


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