VISITAS

viernes, 31 de octubre de 2014

Día 2: Pamplona - Bilbao


Mañana: Pamplona - Getaria




Segundo día de ruta, en nuestro camino a Galicia, con las maletas de la "Bicha" ya preparadas, iniciamos nuestra salida desde Pamplona. En este día nos esperaban unos 400 kilómetros aproximadamente, y el sol lucía desde primera hora. Así que nos ponemos en marcha, no sin meternos por calles estrechas de Pamplona, como le gusta a mi GPS (ruta más corta), hasta que nos encontramos con la N-135, la cual nos llevará a Francia pasando por Roncesvalles. Antes de llegar a Roncesvalles, nos queríamos acercar a Eugi, un pequeño pueblo navarro con un embalse que, en las orillas del pueblo, hace las funciones de lago. Es un lugar precioso, tranquilo e ideal para el que le guste la montaña.







Continuamos por la N-135, una carretera muy recomendable para disfrutar de paisajes y curvas, hasta que llegamos a Roncesvalles. Siendo gallego y conociendo un poco sobre el Camino de Santiago, queríamos pasar por ahí para tener un nexo en común con los peregrinos, ya que nosotros también nos desplazábamos hacia Galicia en nuestro periplo por el norte de España. Cada uno a su manera!!!
Pensamos que Roncesvalles sería un pueblo algo más grande, pero realmente no hay casi nada, excepto su Monasterio, el albergue y su fama del Camino de Santiago. No pasa nada!!! Ya tenemos el nexo común con los peregrinos.




Reemprendemos la marcha. Nuestra siguiente parada debería ser San Juan Pie-de-Puerto (Francia) y conducimos por la N-135 hasta cruzar el país. Es todo un lujo, rodeada de árboles, con un río próximo que hace de frontera entre los países. Es el río Luzaide. Lo peor de esta carretera... que se nos plantó un camión bien grande delante, cargado hasta las orejas, ocupaba carril y medio, y era imposible adelantarlo. Así que esperamos detrás hasta que se divisó una pequeña recta en la que el amable conductor nos facilitó el paso y pudimos proseguir con un ritmo más alegre.




En San Juan Pie-de-Puerto hacemos una ligera parada para estirar las piernas y cargar los siguientes datos en el GPS. Nuestro siguiente destino era San Juan de Luz, pasando por Ainhoa y Sare.





Las carreteras francesas se encuentran en buen estado y, al igual que por la N-135, es muy agradable conducir por ellas. Los paisajes son preciosos, te llevan a realizar una conducción tranquila, disfrutando de todo lo que te rodea. 








En Ainhoa hacemos una parada técnica a repostar los estómagos. Un pueblo muy bonito pero un poco asediado por el turismo. Muchos autobuses con visitantes, lo cual se hace un poco agobiante después de la tranquilidad que te va transmitiendo la carretera.




Continuando, llegamos a San Juan de Luz, en donde me habían recomendado tomarme algo con vistas a la playa o al puerto deportivo, pero justo ese día había mercadillo. Calles cortadas, policía que no nos dejaba continuar por las calles que nos indicaban los carteles que estaba el puerto deportivo. Nos vimos metidos en un embotellamiento en una calle de un solo carril, hacía mucho calor, y menos mal que un hombre hizo una maniobra para que pudiésemos salir de tal situación. Por lo tanto, decidimos continuar nuestra ruta y ya habrá otra ocasión en la que podamos visitar esta ciudad con más calma.








De San Juan de Luz nos dirigimos a Hendaya por la D912, carretera que transcurre por la costa. Ya echábamos un poco de menos el mar. Y otro paisaje digno de disfrutar.








De nuevo en España, una vez pasado el puente que separa los dos países, nos dirigimos hacia Fuenterrabía, para continuar hacia San Sebastián por la carretera de la costa, pudiendo seguir disfrutando de las maravillosas vistas que nos ofrecía la costa vasca. Creo que la artillera se tomó un descanso, porque no encuentro fotos ni vídeos de esta parte del viaje. Vaya tela...

Ya estábamos en San Sebastián, y volvíamos a la pelea con nuestro querido GPS. Qué manía tiene de intentar enviarme por lugares prohibidos de las grandes ciudades. La verdad es que estábamos un poco inquietos, o más bien perdidos dentro de la urbe, cuando me encuentro en una calle con vallas separando las aceras de la calzada. Parecía que se estaba realizando una prueba deportiva, y ya nos estábamos viendo parados en una esquinita dejando pasar a corredores o ciclistas sudorosos, cuando vemos una alfombra roja a nuestra derecha que indicaba que se estaba realizando... ¡¡¡EL FESTIVAL DE CINE DE SAN SEBASTIÁN!!! Menos mal que no nos tocó la llegada de los grandes famosos, porque si no, no salimos de allí en todo el día.






Por fin llegamos a la Playa de la Concha. La verdad que es muy bonita. Me quedó mucha pena no haber visitado las esculturas de Chillida, "Peine del viento", pero el calor y la des-ubicación, así como nuestras ganas de continuar rodando, hicieron que prosiguiésemos nuestra andanza. Así que, al igual que San Juan de Luz, y por la proximidad entre las dos ciudades, lo dejaremos para otra ocasión con más tiempo.







Ya iban siendo horas de comer, así que decidimos continuar hasta Zarautz, y si encontráramos algún lugar que nos pareciese bueno, pararíamos a comer. Y por dónde mejor que por la tan recomendada N-634 que discurre por la costa vasca. Cómo no, la visita al restaurante del cocinero más televisivo de España. El tío se lo ha montado de lujo, porque menudo restaurante más guapo que tiene, y en una localización inmejorable.






Como el panorama no nos convence mucho, la "Bicha" tiene alguna que otra bandera de España, y sabiendo por "dimes y diretes" que el cocinero pudo estar a favor en alguna ocasión con algún personaje vasco al que no le gusta mucho pertenecer al país del que provengo, pues decidimos continuar hasta otro pueblo donde tengamos más a mano a nuestra "Bicha".

Y de esta forma llegamos a Getaria, un pequeño pueblo pesquero que desde la N-634 se observa espectacular. Allí encontramos un restaurante con menú y una buena terraza para resfrescarnos un poco con la brisa marina. ¡Qué aproveche!





Tarde: Getaria - Bilbao




Con un calor digno de un día de julio, continuamos nuestro viaje motero por la N-634, todo lo que nos permite por la costa hasta Deva, otro bonito pueblo costero del País Vasco. Ahí abandonamos la N-634 para seguir por carreteras comarcales que nos permitían seguir apreciando la bonita costa vasca. Y como más vale una imagen que mil  palabras...














Así hasta Elantxobe, donde había visto que existía una plaza giratoria para que el autobús pudiese dar la vuelta, dado el poco espacio que hay. Y lo que es la casualidad, que bajando hacia el pequeño pueblo costero, ¿qué nos encontramos delante de la "Bicha"?: EL  AUTOBÚS. Así que fuimos testigos en primera persona del funcionamiento de la rotonda giratoria.




Nuestra siguiente para obligatoria sería la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, siguiendo la carretera por la costa. Qué os vamos a contar que no sepáis...






Llegamos al mirador de Gaztelugatxe, el que está en la carretera, desde donde hicimos las fotos. Viendo todos los escalones que había que subir hasta la ermita, y con un cansancio acumulado debido al calor que habíamos pasado durante el día, así como los kilómetros recorridos y nuestra falta de experiencia, decidimos que sería otra futura parada cuando tuviésemos más tiempo. Creo que tendremos que irnos una semanita con calma a todo el País Vasco, y seguro que nos quedarán muchísimas cosas por ver.








Y le llegó su hora a la cámara, y nos quedamos sin batería. Pero bueno, ya hemos apreciado la costa vasca, y nuestro interés era llegar a Bilbao lo antes posible. El sol ya no alumbraba demasiado y habíamos quedado con un amigo que hacía 4 años que no veía. Y nos quedamos sin ver nada en Bilbao, ya que nos llevaron de tapas por Getxo. La verdad es que lo que más nos interesaba esa noche era estar unas pocas horas con este buen amigo.






Y como despedida de este segundo día de ruta, os dejamos un montaje hecho con los distintos vídeos realizados por la costa cantábrica, hasta que aguantó la batería.




No hay comentarios:

Publicar un comentario