VISITAS

viernes, 4 de marzo de 2016

Día 12: Palencia - Pamplona


Mañana: Palencia – Ezcaray




Comenzaba un día con muchos ingredientes. Si bien era una etapa de transición hacia el inicio de nuestra principal aventura, el camino hacia Pamplona nos haría reencontrarnos con otra pareja de amigos: Conchi y Jose.

Para ello, salíamos de Palencia  desconocedores de todo lo que nos rodeaba ya que era la primera vez que visitábamos la zona. El tiempo estaba un poco raro, incluso nos cayeron unas poquitas gotas, pero solamente abandonando la ciudad.




Desde Palencia hasta Santo Domingo de Silos (Burgos) no hay mucho que poder contar. Seguíamos circulando por carreteras con extensas rectas rodeadas de campo de cultivo, que ya se encontraban arados y el color marrón de la tierra aburre pronto.





Solamente destacar Torquemada (Palencia), donde el Río Pisuerga se dejaba ver un poquito…




… y Lerma (Burgos), que una vez íbamos entrando en el pueblo, nos sorprendía una enorme construcción en lo alto del mismo. Resultó ser el Parador. Pueblo castizo que merecería haberlo visitado con más tiempo.




En Santo Domingo de Silos no hay mucho que ver, exceptuando su famoso Monasterio. Como no somos muy amigos de pararnos a ver este tipo de estructuras arquitectónicas, decidíamos seguir la marcha para encontrarnos con los amigos.




Una vez dejado el Monasterio de Silos atrás, nos llevamos la primera sorpresa del día. Circulando por la BU-910 nos disponíamos a atravesar el Desfiladero de Yecla, espacio natural con gran biodiversidad, por el que fue un placer pasear en moto con el Río Mataviejas de acompañante.







Salas de los Infantes (Burgos) se encontraba a pocos kilómetros de allí, y no fue difícil llegar a la gasolinera donde habíamos quedado. Tras un breve saludo y el repostaje correspondiente, les explicamos cual era la ruta prevista. Como son conocedores de la zona, dijeron que era una ruta excelente para disfrutar de la moto y comer en Ezcaray (La Rioja), por lo que nos pusimos manos a la obra.




Comenzaba nuestro paso por la Sierra de la Demanda circulando por la BU-825, que nos adentraría hasta casi el corazón de la citada sierra, con el Río Pedroso como testigo en diversas partes del camino.








Ya nos encontrábamos recorriendo la BU-820 desde hacía un rato, disfrutando de la naturaleza que nos rodeaba, hasta llegar a Pineda de la Sierra (Burgos).




A partir de allí, continuando por la Sierra de la Demanda y de camino a Pradoluengo (Burgos), nos tocaba contemplar dos grandes embalses: el de Arlanzón y el de Urquiza.






Esta vez la artillera prefirió vídeo que fotos, así que os quedáis a la espera.

En Pradoluengo, tuvimos que hacer una pequeña parada ya que el pueblo estaba en fiestas y la calle principal que se utiliza para atravesar el pueblo estaba cortada por una procesión. Pequeño descansillo y continuando…

Justo antes de llegar a la Comunidad de La Rioja, la BU-811 nos despedía de Castilla - León de la mejor manera posible, con un pequeño puerto con curvas muy bonito.






La Rioja nos recibía de la misma manera que Burgos nos había despedido: carretera revirada la LR-111.




Poco después llegábamos a Ezcaray (La Rioja), donde estaba previsto comer y disfrutar de la compañía que se había sumado ligeramente a nuestra ruta nacional.







Tarde: Ezcaray – Pamplona




¡¡¡Qué rico estaba todo!!! Una comida muy agradable gracias a nuestros anfitriones. Pero antes de que nos entrasen ganas del deporte nacional (siesta), debíamos ponernos en marcha, cada uno hacia su lado. Nos acompañaron hasta la salida del pueblo y volvíamos a despedirnos en marcha. ¡¡¡UN PLACER!!!




La ruta vespertina no fue demasiado significativa, y no por ello hemos de desmerecerla. Hasta Briones (La Rioja) fue un mero trámite hasta sumergirnos entre el mar de viñedos típicos de la zona.




A partir de allí, el paisaje se convierte en mar de vides del cual salen gran cantidad de buenos caldos existentes en nuestro país y las bodegas que se encargan de su comercialización.







Una vez en la N-232a, los paisajes siguen siendo los mismos descritos anteriormente…





… hasta que nos adentrábamos en la Rioja Alavesa. Aunque la base del paisaje seguía siendo la misma, daba sensación de haber pasado a la parte más rural del cultivo de la vid, donde las extensiones de cultivo distribuían de diferente forma, siendo los límites de los campos de cultivo más pequeños.





De manera que nos acercábamos a Navarra, los viñedos iban desapareciendo para dejar sitio a otro tipo de cultivos, de la misma manera que las montañas formadas por rocas se hacían más presentes.





Con el pensamiento equivocado de que el paisaje se iba a convertir en gris debido a la presencia de esas montañas de roca, el mismo se convertía en un bosque verde frondoso poco a poco, dejando atrás los diversos campos de cultivo, aunque la variedad paisajística del Norte siempre te puede dar cualquier sorpresa.







Ya nos encontrábamos a poca distancia de Pamplona (Navarra), circulando por la NA-700, la cual nos ofrecía la parte más revirada de la jornada, dejándonos divisar a lo lejos la capital navarra. Muy a lo lejos.




Resuelto un pequeño problema de alojamiento que nos restó una media hora, nuestro camino ya estaba escrito antes de iniciar el viaje. Rumbo a la Calle Estafeta, y primera parada en el Bodegón Sarría, de donde ya no saldríamos hasta irnos a descansar, pero no sin antes degustar una buena tapa de jamón 5J’s.




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